Querido Niño Dios: Hoy deseo escribir mi carta, en primer lugar para agradecerte porque esté año he descubierto que tengo amigos increibles, una familia hermosa, unas hijas que me quieren a su modo pero que me quieren.
He recibido muchas bendiciones, sobre todo estos últimos días que como tú bien sabes he estado guardadita en mi casa , con el reposo que necesito.
Estos últimos días especialmente me he dado cuenta de que a mi alrededor hay mucha gente que me quiere y se preocupa por mi, he recibido correos, llamadas, visitas, ufff he estado apapachada, pero....¿sabes? a pesar de todo eso Niño Dios me gustaría hacerte un pedido.
Me gustaría que me trajeras un novio de a verdad (así dicen los niños y quizá nos entendamos), estos días particularmente he extrañado a un novio que me abrace y me de besitos cariñosos, con el cuál me pueda acurrucar en las noches de insomnio y decirle cual frágil me siento.
Niño Dios, no me importan las características físicas del novio que me quieras traer, sólo te pido que me ame tanto como yo a él y que nunca , nunca me falle, porque las versiones anteriores que me has traido si han salido defectuosas.
Gracias Niño Dios porque se que me vas a traer lo que tanto anhelo.